Durante el fin de semana me di cuenta de que estoy un poco obsesionado con las distancias focales más largas.
Sucede con bastante facilidad; para mí, todo comenzó con la compra de una nueva lente.
Hasta hace dos meses, la lente que solía encontrar en mi cámara era mi lente Canon EF 17-40 mm (una maravillosa pieza de vidrio que produce resultados asombrosamente nítidos). Sin embargo, hace un tiempo ahorré lo suficiente para atacar y agregar otra lente a mi equipo: una lente Canon EF 24-105 mm (otra gran lente con la que estoy más satisfecho).
El único problema es que desde que compré este último objetivo, rara vez lo he quitado de la cámara. Además de eso, cuando miré hacia atrás en mis tomas más recientes, me di cuenta de que lo uso casi por completo en el extremo de 105 mm del zoom.
No me había dado cuenta de que lo estaba haciendo hasta esta semana cuando vi algunas fotos que mi esposa había tomado con el mismo objetivo (principalmente en el extremo del espectro de 24 mm) que eran realmente geniales pero de naturaleza bastante diferente.
Decidí que tal vez era hora de mezclar un poco las cosas y colocar mi lente de 17-40 mm nuevamente y pasar un día en el que solo tomaría fotos a 17 mm y resistiría la tentación de hacer zoom todo el día.
El resultado fue un día divertido en el que mi cámara redescubrió el placer de usar lentes focales anchas, especialmente jugando con la distorsión y la perspectiva única que aportan a las fotos.
Usar la distorsión de forma creativa
Si bien muchas personas piensan en los paisajes como el tipo de fotografía ideal para distancias focales cortas, otro uso maravilloso de ellos es usarlos mientras se encuentra cerca del sujeto en la fotografía de retrato. Haga esto y descubrirá una perspectiva completamente diferente en sus tomas, ya que las distancias focales cortas tienen una forma única de distorsionar ligeramente lo que está fotografiando, a veces creando un efecto bastante dinámico.
Por ejemplo, cuando fotografía a una persona mirándola ligeramente hacia abajo, encontrará que la lente a menudo agranda la frente y los ojos de la persona. Por el contrario, dispara mirando hacia arriba a alguien con una distancia focal corta y verás que se alarga lo que esté en la parte inferior de la imagen (sus piernas si es una toma de cuerpo completo o el área de la barbilla y la boca si es una toma facial). Mire las imágenes de arriba y de la izquierda para ver ejemplos de esto en acción.
Si bien es posible que las fotos que obtenga al tomar de esta manera no le den una semejanza precisa de su sujeto, ciertamente puede brindarle tomas con un aspecto y una sensación distintos y únicos (y algunas de ellas le darán motivos para reír durante bastante tiempo).
Los resultados pueden ser bastante espectaculares y, en ocasiones, incluso cómicos.
Como otro ejemplo de cómo incluso unos pocos mm de distancia focal pueden tener un impacto, mire estas dos tomas que tomé recientemente con la lente Canon EF-S de 10-22 mm de un amigo. La primera foto se toma a una distancia focal de 20 mm y la segunda a 10 mm. Puede ver el impacto de la distorsión con bastante claridad en la toma de 10 mm.