En la fotografía de paisajes, al igual que en los retratos, la moda, los productos o cualquier otro tema, la captura precisa del color es crucial. Sin embargo, lo que lo hace mucho más difícil con los paisajes es la mayor disparidad en el rango dinámico, no solo entre los elementos del primer plano y del fondo, sino principalmente entre las mitades superior e inferior del marco, entre la tierra y el cielo. Si te gusta fotografiar paisajes, superar este obstáculo requerirá que tengas uno de dos filtros (si no ambos) en tu arsenal, incluso si no utilizas filtros en ninguna de tus otras fotografías.
Filtro polarizador
Los filtros polarizadores, a veces llamados el arma secreta de los fotógrafos de paisajes profesionales, crean colores más ricos y vívidos. El filtro realiza una doble función al (1) reducir los reflejos de superficies brillantes como el agua y las rocas, y (2) agregar azules intensos a los cielos oscureciéndolos y aumentando el color y la saturación tonal en todo el marco. Los filtros polarizadores son más efectivos cuando se dispara en un ángulo de 90 grados con respecto al sol. Por lo tanto, será menos eficaz cuando el sol esté delante o detrás de usted. Los filtros polarizadores también mejorarán las nubes, pero debes tener cuidado con la elección de tu lente. Al igual que puede exagerar en la posproducción, es muy posible exagerar en la cámara si usa un filtro polarizador en una lente súper gran angular. El resultado serán tonos desiguales de azul en un cielo saturado.
Filtro de densidad neutra graduado
Los filtros de gradiente de densidad neutra ayudan a equilibrar la exposición entre el suelo y el cielo para capturar un rango de exposición que la cámara no puede manejar por sí sola. Si lo expones al suelo, obtendrás un cielo gris o blanco descolorido. Exponer para esos azules impresionantes y nubes suaves y onduladas, por otro lado, hará que el suelo sea tan oscuro que perderá gran parte de los detalles que se propuso capturar en primer lugar.
El filtro en sí es oscuro en la parte superior, completamente transparente en la parte inferior y esencialmente tonos de gris en el medio. Disponible en dos variedades, la versión circular se adhiere al frente de la lente como cualquier otro filtro tradicional. El otro tipo es un filtro cuadrado o rectangular que se sostiene con la mano frente a la lente. Ambos funcionan de la misma manera, oscureciendo el cielo para evitar reventones, dejando el suelo intacto y sin filtrar. Es una transición perfecta que garantiza una exposición adecuada en todo el encuadre, asegurándose de obtener colores vibrantes, saturados y (lo más importante) precisos en todas las tomas de paisajes.