A veces, una expresión puede cortarte como un cuchillo.
Una de las cosas más fascinantes de la fotografía callejera es que puede ser muy difícil precisar las razones por las que una fotografía funciona y otra no.
Una buena fotografía de una calle puede ser nítida o borrosa; puede ser con luz de contraste o con luz suave y uniforme; puede ser una escena enérgica con capas de personas o puede ser una toma tranquila sin nadie en ella. Se complica aún más cuando empiezas a pensar en las ideas, estados de ánimo y sentimientos que sugieren tus imágenes.
A pesar de esta falta de certeza, creo que hay dos cosas que siempre mejorarán una fotografía sincera, y ese es un gesto en el cuerpo de un sujeto o una emoción capturada en el rostro de un sujeto. Ambos elementos tienen el poder de ser la razón determinante por la que una fotografía es genial. Pueden ser la base de una imagen completa.
Cuando me refiero a la emoción, me refiero a la mirada en el rostro de una persona, en sus ojos, en su boca, en sus cejas o incluso en su nariz. Cuando me refiero a gesto, me refiero a un movimiento, una postura, una elegancia o cualquier posición del cuerpo de un sujeto que de alguna manera sea sugerente.
Esta imagen no hubiera funcionado sin la elegante y sugerente postura en las piernas.
Se puede malinterpretar que hacer bien la fotografía callejera se trata únicamente de fotografiar a personas que parecen sorprenderte de alguna manera obvia. Tal vez esto sea a través de una moda única o un rasgo facial interesante. El resultado es que ves imágenes de personas consideradas interesantes por alguna razón que no parecen estar haciendo o pensando nada en realidad; son inexpresivas y neutrales con calma.
En lugar de fotografiar con la única intención de capturar a personas interesantes, intente llevar esta idea más allá y ubique emociones y gestos interesantes en todos los diferentes tipos de personas. No creo que se pueda diferenciar quién es más digno de una fotografía basándose únicamente en los rasgos faciales o la ropa de alguien. Estéticamente, tu persona menos interesante puede darte la mejor fotografía de tu vida con una sola expresión poderosa. Tantos momentos convincentes se encuentran dentro de estas expresiones y gestos.
Entonces, la próxima vez que salga a fotografiar, preste atención a lo que cree que una persona está sintiendo y trabaje a partir de ahí.
Nueva York está formada por gente nerviosa. Para mí, esta imagen cuenta la historia de la ciudad más que cualquier imagen de un rascacielos.
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