Temor. Es una emoción con la que todos podemos relacionarnos. Por suerte, el nerviosismo o el miedo en la fotografía se pueden superar con práctica y paciencia. Después de hablar con algunos compañeros fotógrafos y tomar prestado de mis propias experiencias, he enumerado algunos miedos compartidos entre los fotógrafos y las formas en que puede aprender a superarlos.
1. El miedo: me temo que no sé lo que estoy haciendo.
Todos los fotógrafos en algún momento se sienten un poco fuera de su alcance cuando se encuentran con una nueva situación o problema. Ya sea para aprender a usar un equipo nuevo, un acertijo de iluminación o simplemente cometer un error por descuido durante una sesión, todos podemos sentirnos un poco perdidos de vez en cuando. Esto es especialmente cierto cuando una persona comienza a aprender el arte. Hay mucha información técnica que absorber y puede resultar frustrante comprender cosas nuevas. Recuerdo haber filmado mi primera gran boda. Estaba tan nervioso que sudaba más que el novio. Hubo algunos contratiempos, pero en general el rodaje se desarrolló sin problemas y el cliente quedó satisfecho.
Cómo vencerlo:
Aceptación. Esa es la mejor manera de superar su miedo a la falta de experiencia. Lo más eficaz que puedes hacer como aspirante a fotógrafo es recordarte constantemente que todos comenzamos por algún lado. En algún momento, incluso los fotógrafos más famosos ni siquiera sabían cómo operar una cámara. Aprenderá sobre la marcha y cometerá errores. También tendrás éxitos. La clave para vencer el miedo es la determinación de seguir adelante.
2. El miedo: me temo que a la gente no le gustará mi trabajo.
El miedo al rechazo es un gran problema. Todos lo sentimos hasta cierto punto y todos luchamos con el hecho de que a algunas personas simplemente no les gustará el trabajo que producimos. Ésta es la belleza y la perdición de cualquier forma de arte. El arte, por su propia naturaleza, es extremadamente subjetivo. Cada persona verá una pieza con sus propios ojos y emitirá juicios basados en sus experiencias.
Aquí está una de mis imágenes favoritas personales y una de las que menos gusta al público.
Cómo vencerlo:
Cuando comencé mi viaje fotográfico, me desanimé fácilmente. Parecía que por cada rollo de película que usaba, solo habría una o dos exposiciones decentes. Me frustraba tanto señalar que simplemente bajaba la cámara. Afortunadamente para mí, me topé con esta cita de Ansel Adams:
"Doce fotografías significativas en un año es una buena cosecha".
Esa frase me golpeó duro. Me di cuenta de que si uno de los fotógrafos estadounidenses más influyentes de todos los tiempos estaba contento con doce buenas imágenes en todo un año, ¡entonces debería estar emocionado por el progreso que estaba haciendo! Por doloroso que pueda ser, el fracaso es una herramienta de aprendizaje esencial. Rara vez obtenemos nuevos conocimientos solo a partir de nuestro éxito. Haz tu trabajo lo mejor que puedas y enséñaselo al mundo. El resto está fuera de tu control.
3. El miedo: tengo miedo de fotografiar personas.
Hacer fotos de personas se puede comparar con hablar en público. Muy pocas personas (no he conocido a ninguna) son capaces de empezar a trabajar en lo que respecta a la fotografía de calles o eventos. Simplemente no es fácil. La ansiedad es una constante, al menos para mí. Me preocuparía cómo reaccionaría el sujeto al ser fotografiado o si me veía extraño fotografiando a un extraño en la calle. Incluso el hecho de llevar mi SLR en público me hizo sentir fuera de lugar.
Cómo vencerlo:
La respuesta corta: hazlo. Sal y enfrenta tu miedo. A veces es útil comenzar en un lugar donde es probable que otras personas porten cámaras, como un parque público, un mercado de agricultores u otra reunión grande. Te sentirás más cómodo sabiendo que no eres el único que hace fotos. A medida que se relaje, comience a llevar su cámara a diario.
Practica excursiones cortas por tu calle o barrio y acostúmbrate a estar rodeado de gente mientras usas tu cámara. Cuanto más hagas algo, menos aterrador probablemente se volverá.
Antes de que se dé cuenta, podrá abordar situaciones públicas con confianza.
4. El miedo: me temo que mi equipo no es lo suficientemente bueno.
Envidia de engranajes. Esa noción molesta de que si solo tuviera esta lente o ese filtro o si pudiera pagar lo más nuevo, todos lo experimentamos hasta cierto punto. Es una condición básica de los seres humanos querer lo que no tenemos y los fotógrafos (la mayoría, no todos) son conocidos por no tener nunca lo suficiente. A veces podemos tener miedo de que nuestro equipo no esté a la altura de la tarea y convencernos de que todo lo que necesitamos es más y mejor equipo.
Cómo vencerlo:
La mejor manera de superar el miedo a la insuficiencia del equipo es comprender que nunca tendrá el mejor equipo porque aún no se ha fabricado el mejor equipo. Todo está evolucionando y solo tiene que hacer una búsqueda rápida en Internet para darse cuenta de la mayoría de las actualizaciones del equipo de la cámara cada dos años. Deja de centrarte en lo que no tienes. En cambio, aprenda a aprovechar al máximo lo que tiene. Estudie las capacidades de su equipo y sepa lo que puede hacer. Más importante aún, comprenda lo que no puede hacer. Constantemente veo a los fotógrafos ansiosos decepcionarse y desanimarse porque sus expectativas sobrepasan enormemente la capacidad de su equipo. Si tiene expectativas realistas, no será tan propenso a hacer lo peor que puede hacer un fotógrafo: renunciar.
¿Sufres de alguno de estos miedos? ¿Tiene otros que no figuran aquí? Comparta con nosotros en los comentarios: todos somos amigos aquí y nos apoyamos mutuamente para superar nuestros miedos.